Desafiar el mapa mental del otro.
La infancia es un momento único del desarrollo humano. Desde su concepción, el bebé recibe una cantidad enorme de estímulos externos que, quedaran registrados en su memoria para siempre. La forma única, como cada una de esas memorias serán archivadas en su mente, provocará una serie de respuestas en el futuro y, además influenciará su lenguaje, la forma como se expresará sobre su conducta.
Cada uno de nosotros tiene una forma única de entender los acontecimientos y de hablar sobre ellos (lenguaje), esto se debe a la forma como hemos archivado en nuestra mente nuestra experiencia a lo largo de la vida. Así, cada uno de nosotros ha creado una forma diferente de comunicarse, de usar el lenguaje para explicar nuestros pensamientos.
“Las personas no experimentan la realidad directamente si no más bien, a través de los mapas de la realidad que crean en su mente”
Richard Bandler y John Grinder, padres de la Programación Neurolingüística, llamaron a ese mapa el METAMODELO DEL LENGUAJE.
Cuando nos expresamos a través del lenguaje, tenemos que hacer una serie de “juegos mentales” para poder expresar nuestros pensamientos, esto porque la velocidad a la que hablamos, no nos permite transmitir todas las sensaciones, variedad o sensibilidad de nuestros pensamientos. Así, cada uno de nosotros, usará su modelo de lenguaje para hablar sobre su visión de la realidad (su realidad).
Cabe ahora entender, cuales son las dos formas que los seres humanos usamos el lenguaje para comunicarnos:
- La primera forma, llamada Estructura Profunda (Bandler y Grinder) se refiera a la parte racional, al pensamiento y la narrativa. Usamos el lenguaje como un sistema de representación, creando un modelo de nuestra experiencia basado en nuestra percepción del mundo.
- La segunda forma, se refiere a una Estructura Superficial (Bandler y Grinder), usamos el lenguaje para comunicarnos por medio de conversaciones, artículos, debates (comunicación escrita o verbal), al usar este lenguaje presentamos al otro nuestro modelo del mundo.
La magia de la comunicación reside en que, al pasar de la estructura profunda a la estructura superficial, de forma inconsciente limitamos lo que expresamos usando 3 recursos:
- Omisiones: al recoger la información de la estructura profunda, dejamos mucha información oculta, recogemos y expresamos, aquella que para nosotros es la importante.
- Generalizaciones: para evitar que la información este llena de detalles que pueden confundir al otro, al pasar de la estructura profunda (nuestra percepción) a la estructura superficial (lo que decimos sobre nuestra percepción), generalizamos para evitar hablar de todas las condiciones que nos llevan a decir lo que decimos.
- Distorsiones: Al querer simplificar nuestra percepción de las cosas a través del lenguaje, dejamos varios aspectos de lado, lo que inevitablemente provocará una distorsión.
¿Qué beneficios obtendremos al entender nuestro propio mapa y el de los demás?
Al entender el Metamodelo del lenguaje del otro, entendemos profundamente a esa persona, podemos hacerle preguntas que cuestionen directamente su modelo del mundo, su percepción de las cosas, permitiéndole cuestionarse su propio modelo, enriquecerlo y transformar algunos de sus comportamientos. Es fundamental entender, que nuestros comportamientos dependen directamente de nuestros valores y creencias, ambos aspectos inconscientes en la mayoría de las personas (Estructura Profunda).
Al entender el metamodelo del otro, enriquecemos la comunicación, establecemos mejores relaciones, mejoramos nuestras actitudes frente a él/ella y, en consecuencia, aprendemos a no juzgar, a aceptarnos tal y como somos.
“Hacer preguntas es prueba de que se piensa”. Rabindranath Tagore